-30 kg
Antes
Después
¿Por qué querías adelgazar?
Engordé mucho a causa de una tiroides hipoactiva y un embarazo. A principios de 2012, di a luz a mi hija y quería perder inmediatamente todos los kilos de más que había cogido.
Me ponía muy triste cuando me miraba al espejo, estaba siempre cansada y me costaba la vida misma hacer cualquier movimiento sencillo. Hasta entonces, todavía no había cambiado el chip en mi cabeza. Lo hacía todo bien durante 2 o 3 días y luego volvía a caer en viejos hábitos. Así estuve más de 2 años. Lo probé todo: reduje la ingesta de carbohidratos e hice ayuno, entre muchos otros métodos fallidos. Todas aquellas dietas no eran adecuadas para la vida cotidiana y no quería tener que seguirlas durante el resto de mi vida.
"No se debe comer totalmente diferente durante el periodo de adelgazamiento, porque eso no es sostenible en el tiempo. El tamaño de las raciones juega un papel muy importante."
A principios de 2014, volví a intentarlo. Antes de nada fui a ver a mi médico y me dijo que tenía sobrepeso. Aquello fue tan impactante para mí que lo tuve muy claro: tenía que hacer algo.
Por supuesto, yo ya sabía que tenía sobrepeso y era algo que me atormentaba, pero fue muy duro para mí que mi médico me lo confirmara y me lo dijera con todas las letras.
Me puse inmediatamente a intentar adelgazar otra vez. Primero, con un programa de adelgazamiento diferente y, después, con el recuento de calorías. Al final, tuve ese momento de cambio de chip y me sentía supermotivada. Durante ese primer año, empecé a perder peso.
¿Qué querías conseguir con tu cambio?
Mi objetivo era al menos volver al peso que tenía antes de quedarme embarazada (76 kg), pero la realidad es que quería volver a lo que pesaba antes de eso (65 kg). Nunca imaginé que sería capaz de conseguirlo después de tantos intentos fallidos.
Además, también quería ponerme en forma para poder jugar con mi hija y que no me vieran como la típica "madre gorda" en la guardería. No quería que ella sufriera por mi sobrepeso. Por eso era tan importante para mí poder hacer con ella todo lo que quisiera.
¿Cómo alcanzaste tus objetivos?
Los primeros kilos los perdí con un programa de adelgazamiento diferente. Después, me pasé al recuento de calorías. Era una opción mejor para mí. Me di cuenta de que no conseguiría resultados si tenía que privarme de comer ciertos alimentos.
Con el recuento de calorías, no hace falta hacer eso. Puedes comer todo lo que quieras, siempre y cuando respete tu límite de calorías. Puedes incluso salir a comer con tus amigos, ir al cine o disfrutar de un rico helado en verano. Además, ahora me muevo mucho más en mi día a día.
Mi dispositivo de seguimiento de actividad física me ha ayudado mucho a mantenerme motivada y me permitía transferir mis resultados directamente a la app de YAZIO. Solo hacía un buen entrenamiento en el gimnasio de vez en cuando.
Consejos de Britta
No te rindas, ni siquiera cuando tengas una mala racha y no bajen los números de la báscula
Date un capricho de vez en cuando y no te prohíbas todos los alimentos
No tires la toalla bajo ningún concepto
Encuentra una dieta diaria que se ajuste a tus necesidades
¿Cómo te ayudó YAZIO?
Al principio, utilizaba otra app para llevar un seguimiento de mi actividad pero después descubrí YAZIO. La app me impresionó muchísimo. Su diseño alegre y motivador con colores vivos captó mi atención desde el principio.
Además, está muy bien organizada e incluye un montón de recetas riquísimas. La app me ayudó mucho a controlar mis calorías. Sabía en todo momento lo que podía comer. Al mismo tiempo, también me uní al Grupo de Facebook de YAZIO. Allí puedes acceder a una gran cantidad de información relevante y comentarios de otros usuarios, y la comunicación es constante. Eso también me ayudó a mantenerme motivada, a estar al tanto de las cosas y a alcanzar mi objetivo.
¿Tuviste algún contratiempo?
He tenido momentos muy complicados porque, por ejemplo, me costaba mucho ser constante con el seguimiento o tenía momentos en los que directamente no llevaba ningún tipo de seguimiento.
De 2015 a 2017, no conseguí prácticamente nada. Subía de peso y luego volvía a adelgazar. Sin embargo, conseguí mantener mi peso más o menos igual. Eso antes era impensable.
Pero conseguí no caer por completo en los viejos hábitos.
En 2018, decidí intentarlo de nuevo y perdí otros 10 kg, aunque me tomé muchos descansos. Por ejemplo, en diciembre no conté calorías ni una sola vez.
De octubre de 2018 a febrero de 2019, me quedé estancada. Mi báscula no se movía y, de pronto, perdía 2 kg, y luego menos. En aquella época dudé mucho de mí misma y me preguntaba constantemente si estaba haciendo lo correcto. Estuve a punto de tirar la toalla varias veces. Al final, seguí hacia delante y, a finales de febrero de 2019, recibí mi merecida recompensa.
¿Qué consejos tienes para otros usuarios?
Como consejo, solo puedo decir una cosa: seguid hacia delante y mantened la cabeza bien alta, incluso cuando las cosas no vayan bien y la báscula no se mueva. Llevad un seguimiento de vuestras medidas corporales y no os sintáis mal si os invitan a comer en algún sitio o si un día os pasáis un poco.
Daos un capricho de vez en cuando y no os prohibáis ciertos alimentos. Seguid una dieta saludable que os funcione y seréis capaces de mantenerla durante toda la vida. Cualquier otra cosa no os funcionará. No se debe comer totalmente diferente durante el periodo de adelgazamiento, porque eso no es sostenible en el tiempo. El tamaño de las raciones juega un papel muy importante. No os torturéis con dietas que no os dan resultados.
El recuento de calorías no implica evitar completamente determinados tipos de alimentos.
¿Qué objetivos tienes para el futuro?
Me gustaría perder 3 kg más y llegar al peso de mis sueños: 56 kg. Después, quiero tonificar mi cuerpo y desarrollar músculo.
¿Por qué quieres contar tu historia?
Quiero compartir mi historia con otros usuarios para ayudarles a motivarse. Yo tardé mucho tiempo en alcanzar mi objetivo. Lo que a mí me costó 5 años, otros pueden lograrlo en uno. Esa fue mi experiencia. Quiero que la gente sepa que merece la pena el esfuerzo. Con perseverancia, ¡todo es posible!
